El Proceso de Kimberley, establecido en 2003, tiene como objetivo erradicar el comercio de diamantes que financia conflictos armados y socava la paz y la estabilidad en las naciones productoras. Estos son llamados “diamantes de sangre”. Acompáñanos en este blog para entender a fondo qué es el Proceso de Kimberley y por qué es esencial para la industria diamantífera.
¿Qué es el Proceso de Kimberley?
El Proceso de Kimberley un sistema internacional de certificación que garantiza que los diamantes comercializados no provengan de fuentes que financien conflictos armados contra gobiernos legítimos. Lleva el nombre de la ciudad sudafricana de Kimberley, donde se originó el acuerdo en el año 2000. Este acuerdo busca evitar que los diamantes de zonas en conflicto entren en los mercados legítimos.
Objetivos:
Prevención de conflictos:
El objetivo principal es evitar que los diamantes financien rebeliones y conflictos armados que amenacen la estabilidad de los estados.
Transparencia:
El proceso busca garantizar la transparencia en la cadena de suministro de diamantes, desde la extracción hasta la venta.
Cooperación internacional:
Fomenta la colaboración entre gobiernos, la industria diamantífera y organizaciones no gubernamentales para combatir el comercio ilegal de diamantes.
Cómo funciona:
Certificación y etiquetado:
Los países participantes certifican que sus diamantes son libres de conflictos mediante un sistema de etiquetado. Cada diamante legítimo lleva un certificado que asegura su origen lícito.
Colaboración internacional:
Los países participantes se comprometen a cooperar y compartir información para garantizar el cumplimiento del proceso.
Sanciones:
Se imponen sanciones a los países que no cumplen con los requisitos de este proceso, desalentando así la participación en el comercio ilegal de diamantes.
Conclusiones:
El Proceso de Kimberley es una iniciativa vital que une a naciones, industrias y defensores de los derechos humanos, en la lucha contra el comercio ilegal de diamantes. Detrás de cada diamante hay una historia, y el Proceso de Kimberley se esfuerza por asegurar que esa historia sea una de ética, transparencia y respeto por la vida. La belleza de un diamante no debería mancharse con la tragedia de vidas humanas afectadas por conflictos armados. El Proceso de Kimberley es un recordatorio de que la belleza debería irradiar desde las profundidades de la tierra hasta el resplandor de nuestras joyas, sin dejar un rastro de sufrimiento en su camino.
Nosotros nos valemos de este certificado, para asegurarte la mejor calidad, la ética y la proveniencia de nuestras joyas.